Tuesday, May 30, 2006

Los Del Valle no nacieron ayer/Almazán


Los Del Valle no nacieron ayer


Alejandro Almazán


Ignacio, hoy preso en La Palma, es un líder social de los movimientos en San Salvador Atenco desde 1984. Su hija, América, se abrió paso entre los machos de la región.


Nacho del Valle:

El retrato hablado de la familia Del Valle, la de Atenco, es el siguiente: Ignacio del Valle Medina es un hombre de 50 años que no supera 1.55 metros, pero con un machete logró tumbar un negocio de 2 mil 700 millones de dólares. Es decir: echó abajo el nuevo aeropuerto que la administración foxista tenía planeado en las tierras de Atenco.

Se sabe que su padre, del mismo nombre, nació con esos genes de luchador social: fue el responsable de que en el reparto de tierras en los años setenta, los hijos de los ejidatarios recibieran una porción; rescató el parque de Los Ahuehuetes de las garras de la ex Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos, todo para que fuera el comisariado ejidal quien lo administrara y obtuviera algo de plata de los visitantes al lugar; rediseñó los carnavales en el pueblo para transmutarlos en fiestas culturales, y, antes de morir, quiso echar a andar un movimiento a favor de la salud, después de que a uno de sus tres hijos le fue diagnosticada una enfermedad crónica que, finalmente, hace cuatro años lo mató.

Haya sido in utero o in vitro, el caso es que Nacho demostró su labor social desde el CCH Naucalpan (hasta donde pudo estudiar, porque el hambre ameritaba ponerse a trabajar y él se refugió en la serigrafía para sortear esa franja de vida; vendió playeras estampadas).

Cuentan que desde entonces ayudaba a la mayordomía del pueblo, aun cuandono le correspondía, y empezaba a preocuparse porque Atenco no fuese golpeado por las políticas de gobierno que buscaban arrasar con sus recursos naturales.

En 1984, cuando tenía 28 años, se dio cuenta que su pesimismo tenía razón: los recursos naturales en Atenco y pueblos vecinos querían ser explotados a la brevedad, así es que se gestó un movimiento para defender, sobre todo, el agua. Los que alistaron a la gente en ese entonces fueron: Israel Rodríguez Sánchez El Macho Viejo (durante la pugna del aeropuerto lo echaron del grupo porque argumentaron que había sido cooptado por el gobierno federal), Benigno Arellano (hoy regidor perredista en Chimalpa), Nacho, Heriberto Salas El Caballo y Felipe Álvarez La Finini (estos tres presos en La Palma desde hace cinco días). El Frente Popular Regional Texcoco venció y retomaron el control de los pozos de irrigación. Atenco festejó.

Para 1988, Nacho y sus compañeros aparecerían como simpatizantes del Frente Democrático Nacional, encabezado por Cuauhtémoc Cárdenas. Pero una vez que le fue colocada la banda presidencial a Salinas, los caminos se bifurcaron: Benigno y otro compañero, llamado Rolando Uribe, lo moderados, se fueron al PRD. Y Nacho, El Macho Viejo, El Caballo y La Finini al Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT).

Pero Nacho no despuntaría en el PRT, sino hasta conocer a un ingeniero agrónomo de Chapingo: David Pájaro. Por él, Nacho supo del movimiento zapatista antes de que Marcos apareciera por vez primera en San Cristóbal de las Casas. Y desde Atenco se le envió al EZLN víveres, ropa y medicinas.

En otras palabras: la formación política de Nacho no se da el 22 de octubre de 2001 con el decreto de expropiación.

* * *

En ese octubre de 2001, María Trinidad, la esposa de Nacho, una mujer que es ocho años menor que él y que estudió corte y confección, dejó de ser esa ama de casa preocupada porque su esposo anduviera en los movimientos sociales. Se transformó en una soldadera: fue la encargada de los periódicos murales que informaban sobre la construcción del aeropuerto, se reunió con las mujeres de Atenco y sus alrededores para hablarles de la irreductible postura de ceder las tierras, y en los mítines y marchas era la que organizaba los víveres para los hombres del machete. Una adelita, pues.

Fue tal el liderazgo que logró Nacho durante las batallas por el aeropuerto, que cuando fue llevado al penal de Texcoco, el 12 de julio de 2002, junto con otro de los líderes, llamado Jesús Adán Espinoza (acusados los dos de robo agravado, bloqueo a las vías de la comunicación, motín, ultraje y privación ilegal de la libertad), el pueblo estaba desconcertado. No sabía qué hacer. David Pájaro sugirió, entonces, que todos los reporteros que se encontraban en ese momento en Atenco quedaran secuestrados hasta la liberación de sus compañeros. América del Valle, la hija de Nacho, una chica de 22 años que no ha terminado su carrera en la Pedagógica Nacional, y cercana al CGH, contrarió a David frente a todos y los medios pudieron hacer su trabajo.

Ese día terminó el liderazgo de David y nació América como la vocera del movimiento. Ella fue la que negoció la liberación de su padre y de Adán tres días después, fue la que ordenó tomar la subprocuraduría de Texcoco para presionar a las autoridades de que Nacho fuera absuelto. Hasta ahora, la joven tiene convocatoria. Tanta que está en la mira de las autoridades.

Pero en un pueblo donde la tradición es que los hombres y los viejos sean los que manden, a América le ha costado un poco de trabajo ser una adalid. "Es que en Atenco decimos que un líder no se gana su lugar por ser letrado, sino por los chingadazos", dice Benigno, el regidor de Chimalpa.

Nacho hubiese querido que su hijo mayor, Ulises, fuera el heredero de esa tradición. El problema fue que el muchacho se casó terminando la secundaria. Además, es introvertido. Su trabajo se ha centrado básicamente en la organización: va con los ejidatarios de Tláhuac, de Xochimilco, de Cuajimalpa, visita Chiapas o Tepoztlán. Intercambia información, formas de cómo gobernar en autonomía. Ese, hasta el momento, ha sido su trabajo. Al final, me dice Benigno: "No sé cuál es el futuro de mi compadre, de Nacho, pero los Del Valle van a seguir en Atenco, de eso estoy seguro".

Y tiene razón.


Miércoles, 10 mayo 2006

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